El buen divorcio

¿Existe el buen divorcio?  ¿No  es un contrasentido hablar de “buen” divorcio cuando, en realidad, lo que hay es una situación mala, una situación de crisis de pareja? Pues justamente por ello, porque hay una crisis, el “buen” divorcio puede existir: se trata de encontrar una salida a una situación deteriorada y todo dependerá de cómo se haga.

Hay quien dice que el divorcio no es el problema, que el divorcio es, en realidad, la solución. Cuando la convivencia es mala, cuando las relaciones personales están viciadas, es bueno encontrar una solución... Y todavía mas cuando puede haber terceros, los hijos, que lo sufran y puedan salir perjudicados.

Como en tantas  ocasiones, hay muchas formas de hacer las cosas. Por tanto, conseguir un “buen” divorcio depende, fundamentalmente, de la manera como se haga todo. Ello obedece, no sólo a la voluntad y a la actitud que adopten quienes se divorcien, sino también a los conocimientos y a la habilidad de los abogados que les asesoramos. A veces, somos los abogados los que lo complicamos todo en lugar de ayudar y hacerlo más fácil.

Un pacto, aunque no sea perfecto, es siempre mejor que cualquier sentencia.. Creemos que la negociación es la mejor manera de resolver las cuestiones que se deriven de una crisis matrimonial. Por mas difíciles y complicadas que puedan parecer en un principio. Y un pacto se consigue, sobre todo, empleando el sentido común y el respeto.

Si hay sentido común, si se mantiene un respeto necesario entre los miembros de la pareja que se deshace, y si se tiene presente  que, por encima de todo, hay que pensar en el bienestar material y emocional de los hijos, un “buen” divorcio es posible. No hay nada mas nocivo para conseguir ese “buen” divorcio que intentar utilizar a los hijos para  hacer daño al otro cònyuge.

Cuando hay una crisis de pareja, a menudo la situación se convierte en insostenible. El divorcio es una salida, posiblemente la mejor salida. Y, si se hace bien hecho, puede llegar a ser un buen divorcio.